Tips básicos para evitar el desperdicio en tu nevera
Colocar los alimentos en el lugar que toca, ayuda a evitar el desperdicio de alimentos y a ahorrar dinero a final de mes. En este artículo te damos los tips que necesitas para prolongar la vida de tus alimentos colocándolos de forma correcta en la nevera.
1. La temperatura de la nevera?️
La temperatura nunca será la misma en todas las partes de la nevera. El aire caliente es más ligero que el frío, por lo que el área más fría de una nevera siempre acostumbra a estar en los estantes inferiores. La puerta, por el contrario, es una de las partes que más variaciones de temperatura recibirá, pues es la parte más expuesta al exterior cuando abrimos y cerramos la nevera.
¿Cuál es la temperatura recomendable para mi nevera? La temperatura recomendada para la nevera es de 4ºC con un máximo de 5ºC, mientras que para el congelador, de -17ºC con un máximo de -18ªC. Con estas temperaturas se garantiza la buena conservación de los alimentos y se evita la aparición de bacterias y microbios que pueden poner en riesgo nuestra salud y, al mismo tiempo, contaminar la nevera.
2. Respeta el diseño de la nevera❄️
Cada nevera es un mundo, por lo que identifica qué clase de nevera es la tuya antes de seguir a pie del cañón nuestros tips anti-desperdicio. Aunque estés acostumbrad@ a meter los alimentos donde hay un hueco libre, en cada nevera, cada producto tiene su lugar. Párate un momento a observar tu nevera y visualiza cómo está organizada. ¿Dónde está el congelador? ¿Arriba o abajo? Los estantes más cercanos al congelador serán siempre los más frescos. Ten esto en cuenta a la hora de seguir leyendo nuestros tips…?
3. La nevera no es la puerta de tu habitación?
Sí, la nevera tiene una puerta, y aunque se abra y se cierre, tienes que evitar abrirla y cerrarla constantemente. Por un lado, te asegurarás que los alimentos no se expongan de forma constante a los cambios de temperatura y, por otro lado, reducirás el consumo de energía.
4. No sobrecargues la nevera?
Si llenas la nevera demasiado, el aire frío no circulará de forma correcta entre los alimentos, creando así bolsas de aire cálido. Además de ser menos eficientes en la conservación de alimentos, también estaremos perdiendo eficiencia energética. Aire más cálido = más energía para enfriar la nevera. Tu factura de la electricidad aumentará a final de mes y… no es lo que buscas, ¿verdad?
5. Mantén la nevera limpia?
Limpiar e higienizar la nevera semanalmente es indispensable para asegurarnos que los alimentos que consumimos están en perfecto estado y que no se echan a perder por culpa de la suciedad de la nevera.
¿Cómo organizo mi nevera??
Puerta
Aquí guardaremos los alimentos que mejor resisten los cambios de temperatura, pues se trata de la parte que más expuesta está a ello. En los estantes superiores de la puerta, que en su gran mayoría acostumbran a ir cerrados, pondremos la mantequilla, margarina y/o la mermelada. En los de la parte media: las conservas y las salsas y en la parte más baja las bebidas, excepto la leche.
Estantes superiores
En el caso que el congelador esté en la parte de abajo, esta zona será la que tenga una temperatura más estable en la nevera. Por lo que será el lugar perfecto para colocar los alimentos como los quesos curados, pasteles, alimentos ahumados, así como los yogures o las hierbas aromáticas. Recuerda que puedes preservar su frescura durante más tiempo, colocando los tallos en un recipiente con un poco de agua.
Estantes medios
Este será el lugar perfecto para almacenar los lácteos, los embutidos, los alimentos ya cocinados o semielaborados y, en el caso que quieras guardar los huevos en la nevera, estos estantes también serán el lugar idóneo para ello. Evita guardarlos en las hueveras que incorporan algunas neveras, ya que los huevos son un alimento que se deteriora rápidamente por los cambios de temperatura. ¿Lo ideal? Guardarlos en la despensa bien fresquitos.
Estantes inferiores
Es la parte más fría de la nevera (siempre y cuando no esté el congelador en la parte superior). Aquí, colocaremos los alimentos crudos y perecederos como la carne, el pescado y el marisco. Recuerda meterlos en los recipientes adecuados para evitar malos olores y que las bacterias se pasen de unos a otros. También será el lugar idóneo para colocar los productos a descongelar (siempre en envases cerrados).
Cajoneras
Las frutas y verduras siempre las colocaremos en los cajones para que mantengan la humedad y asegurarnos que el frío excesivo las deteriore. Eso sí, asegúrate de lavar muy bien las frutas y los vegetales antes de meterlos en la nevera para evitar cualquier tipo de contaminación cruzada dentro de la nevera o hasta entre las propias frutas y verduras.
Congelador
En el congelador pondremos toda aquella comida que no tenemos planteado comer de inmediato, así como aquellos productos ya congelados comprados en el supermercado o los tuppers de sobras o batchcooking que no vayas a consumir. Recuerda congelarlo correctamente por porciones, en recipientes aptos para congelador y añadiendo una etiqueta con la fecha en la que lo has puesto para que no se te olvide cuál consumir antes.
¡Sigue la regla del «First in, first out»!
En español: «lo primero que entra, lo primero que sale». Ordena tus alimentos de manera que al principio del estante visualices los alimentos que has comprado primero (que dependiendo del producto, tendrá una fecha de caducidad/consumo preferente próxima) y los últimos que compres, detrás. Así, los alimentos que tendrás a la vista serán los que tienen que consumirse antes y, por lo tanto, evitarás el desperdicio. Y si no se te ocurren formas para aprovechar esos alimentos, échale un vistazo al apartado recetas antiwaste de nuestro blog y encuentra artículo como este: recetas anti-desperdicio con fresas.