En Phenix nos encantan los productos de temporada, por eso hoy queremos contaros cómo conservar castañas: uno de los frutos más típicos de otoño. Ricas en fibra, fósforo, calcio, hierro, magnesio, vitamina B, zinc y ácido fólico.
La Castanyada, en Cataluña y Aragón, el magosto en Galicia, el amagüesto en Asturias, el Gaztainerre en el País Vasco, Calbochá en Extremadura y algún que otro nombre más se le da a esta fiesta tradicional que empieza a finales de octubre y en la que lo más característico es: comer castañas. Sin embargo, es un productos del cual sabemos relativamente poquito. Por ejemplo, ¿cómo conservar castañas más tiempo? Sigue leyendo.
El primer truco para comprar castañas es fijarse si tienen la piel tersa y sin manchas, firmes al tacto. Si están muy duras, significa que aún están muy frescas y si están huecas y/o blandas, significa que ya están algo pasadas.
Trucos para conservar castañas
¿Has comprado una cesta en PhenixApp, viene llena de castañas y no sabes qué hacer con ellas? ¿Quieres comer castañas durante todo el año? ¿Quieres hacer alguna receta con ellas más adelante y tienes miedo que se pudran? Si la respuesta es sí… ¡tenemos la solución!
Actúa contra el desperdicio
En un lugar seco y fresco
Esta opción es perfecta si vas a consumir las castañas pronto. Te aconsejamos que las pongas en un recipiente agujereado para que circule el aire y así no se pudran. Y sobre todo, evita las bolsas de plástico.
En la nevera
Guardarlas en la nevera te permitirá mantenerlas en perfecto estado hasta un mes. Al igual que antes, te aconsejamos que las pongas en un cesto/recipiente agujereado para que circule el aire. Recuerda que cada alimento tiene su lugar en la nevera para que se conserve mejor.
En su jugo
Cuece las castañas alrededor de 1-2h y después de la cocción, no tires el agua con la que las has hervido. Rellena los tarros con las castañas y el jugo formado al hervirse, tápalos y ponlos boca abajo hasta que enfríen. De esta manera las conservarás durante muchos meses.
Conservar castañas congeladas
Mete las castañas con la piel cruda en un recipiente hermético apto para congelador. Cuando quieras consumirlas, puedes asarlas directamente aunque estén congeladas. También puedes congelarlas ya peladas, para ello, antes tendrás que cocerlas previamente: realiza un corte a cada castaña y cuécelas entre 1-2h, retíralas del fuego, déjalas enfriar y ya podrás eliminar la piel con facilidad.
En polvo
Cuece las castañas tal y como te hemos dicho en los puntos anteriores, déjalas enfriar y muélelas con un molinillo de café o de cocina. Se convertirá en una especie de harina con la que puedes hacer todo tipo de postres: crepes, tartas, buñuelos, bizcochos, galletas…
Otras opciones serían al vacío, siempre que cuentes con una envasadora al vacío. O deshidratadas, para lo que necesitarás una deshidratadora de alimentos.
¿Y tú? ¿Cuál es tu truco para conservar las castañas? 🌰